Pérez fue el primer párroco de S. Francisco de Asís, en Santa Cruz de La Palma, director espiritual del Seminario y delegado para el Clero. Muy dedicado al acompañamiento personal y a la promoción de las vocaciones a la militancia cristiana, de lo que deja constancia, entre otras, la creación de su grupo Junonia, destinado preferentemente a universitarios.
Chari Santos, amiga y colaboradora suya, no olvida aquella frase de “ánimo, arriba esos corazones”. Ella fue miembro de Junonia, que “estaba formado por varios estudiantes, sobre todo palmeros. Don Miguel consideraba que con nuestras reuniones podíamos celebrar nuestra fe y además acoger a estos compañeros distantes de su familia”, afirma.
3 comentarios:
Yo también conocí a D Miguel Perez Alvarez gracias a El tengo una gran parte de mis estudios, un santo desde este mundo tan conflictivo donde el siempre estaba ahí
Hola, lo conocí al final de su vida, nunca he olvidado su sonrisa en medio de la enfermedad, por los comentarios de la gente y por mi percepción es un santo. Que desde el cielo siga rezando por nosotros.
D. Miguel si que era un santo, que buen cura, tuvimos cuando estuvo en S. Francisco. Nuestro párroco preferido, buena persona y abierto con todo.
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