
Durante su intervención, Doménech indicó que “la imagen de nuestro Cristo nos invita a superar la tragedia social que estamos viviendo a través de esfuerzos creativos, tanto en lo personal como en lo colectivo, que nos ayuden a hallar la salida del laberinto del Minotauro de la crisis que nos encarcela, e imaginar y construir mejores alternativas.”
Doménech concluyó su intervención apuntando que “el Cristo asume que nuestra existencia no es una vida en soledad sino una experiencia compartida con otros seres igualmente especiales y únicos; para que Él, complacido, satisfaga cualquier necesidad y conceda cualquier deseo”.
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