La profesora, Nereida Fernández León, fue la encargada el pasado viernes de impartir el Pregón Oficial de la XII edición de las Fiestas Lustrales de Vallehermoso, que durante más de un mes, será el centro de atención religioso, cultural y popular de La Gomera, en honor a la patronal local, Nuestra Señora la Virgen del Carmen.
Fernández, nacida en el barrio de Los Chapines de esta localidad, hizo, según el digital gomeranoticias.com, un pormenorizado recorrido de la devoción hacia la Virgen del Carmen, haciendo coincidir sus vivencias de infancia y adolescencia con la implicación de todo un barrio hacia su Virgen en los primeros años 50 y 60.
Señaló que “hoy nos consideramos ciudadanos del Mundo, entonces el barrio era el Mundo para sus habitantes. En él se hacía, se vivía, se amaba y se moría”. En este contexto, la autora del Pregón, que no olvidó mencionar como su propia madre “en las largas noches de invierno” leía a la luz de las velas para un nutrido grupo de familiares y vecinos, novelas que se recibían en fascículos quincenales y cuyo retraso originaba una tragedia, ya que todos querían saber su continuación, plasmó a la perfección la devoción a la Virgen del Carmen “que estaba presente en todas las facetas de la vida diaria, para un recuerdo y una esperanza. Se le invocaba –añadió—con fe en la enfermedad, el amor, los nacimientos, la meteorología adversa, la cosecha… y agradecían favores recibidos de muchas maneras: encendiendo lamparitas en un platito con un poco de aceite y una mecha de algodón; vistiéndose de hábito –una costumbre consistente en usar durante un tiempo, previamente determinado, ropa del color correspondiente al santo al que se le hacía la promesa, que en este caso era canelo-.
Destacó la Pregonera, que “otra forma de agradecer a la Virgen era la visita al Santuario. Muchas veces –afirmó—recorrí ese camino de la mano de mi abuela, de mi tía o de mi madre y en el trayecto se saludaba a todo el que se cruzaba con nosotras, y cuando se nos preguntaba nuestro destino, se contestaba con un ‘a cumplir’ que lo explicaba todo”.
Otro de los elementos que rompía esa rutina anual del barrio, era el paso de la Virgen en su trayecto de Bajada “era el acontecimiento culminante” afirma la Profesora. Largos p
reparativos siempre con el referente del pique ante ‘El Cabezo’, reivindicaba como Comunidad, el sentirse importantes y vivir una ‘victoria’ que les hacía “olvidar por unos momentos la dura realidad”.
Y así sucesivamente, continuó un pregón que mantuvo en completo silencio a un auditorio atento a algo, que los vecinos y vecinas presentes, conocían en su mayoría a la perfección y les traía antiguos recuerdoS.
Antes del Pregón se habían inaugurado las obras del exterior del templo de S. Juan y su plaza. Al acto asistió el presidente del Gobierno, el presidente insular, el alcalde y el obispo.