
Álvarez señaló que “D. Felipe ha sido, es y será clave en la historia de nuestra diócesis”, ya que fueron catorce años de una intensa dedicación a esta iglesia. Por un lado – prosiguió el Obispo en declaraciones a la COPE – “acometió grandes proyectos pastorales como el primer Sínodo Diocesano y, por otro, también impulsó importantes obras a nivel de infraestructuras. Le preocupó mucho que todos los barrios nuevos tuvieran su templo. Recorrió varias veces todos los lugares de la diócesis e hizo intensas visitas pastorales a no pocas parroquias de las cuatro islas.

En los últimos tres años – prosiguió el prelado nivariense- “le tocó llevar una cruz muy grande, puesto que con plenitud de facultades intelectuales, sin embargo, estaba muy limitado en su movilidad, casi perdió el habla, no veía, etc. Ha sido una enfermedad muy dolorosa. Pienso que el Señor le ha purificado y le premiará esta comunión tan grande que tuvo con Jesucristo en su dolor y su sufrimiento”.
“De él a prendí muchísimo” – dijo Álvarez- “Él tuvo mucho que ver en que fuera designado como su sucesor; así son las cosas del Señor, y así son las mediaciones. Me ha tocado sustituirle y ahora despedirle”.
1 comentario:
Todos tenemos mucho que agradecer a Don Felipe: cuánto trabajó y cuántas obras buenas nos dejó. El Señor, que ha querido acogerle un Viernes Santo, le dará parte de su Gloria.
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