Las XIII Jornadas Regionales de Pastoral Penitenciaria se van a celebrar este año en Tenerife, concretamente en la Casa de la Iglesia, en La Laguna, los días 23, 24 25 de marzo. Tendrán como lema “liberados para liberar” y pretenden descubrir las causas y comportamientos que producen exclusión, profundizar en cómo nos hemos de situar ante los pobres y excluidos y concretar los medios que llevarían a conseguir una sociedad más integradora.
Las jornadas comenzarán el viernes 23 de marzo, a las 18:30 horas con la acogida y entrega de materiales. Posteriormente, tendrá lugar el acto de presentación en el cual intervendrán: Bernardo Álvarez, obispo de la Diócesis Nivariense, Domingo Marrero y Alexis Moreno, delegados diocesanos de Pastoral Penitenciaria en la Diócesis Nivariense y en la de Canarias, respectivamente; Margarita Pena, presidenta del IASS del Cabildo de Tenerife y Juan Carreiro Estévez, subdirector de Tratamiento del Centro Penitenciario de Tenerife.
Según ha indicado Domingo Marrero, delegado de Pastoral Penitenciaria en la Diócesis de Tenerife, las jornadas están divididas en tres pasos y la metodología que se ha elegido ha sido la de “ver-juzgar-actuar”. “La primera sesión de trabajo se centrará en analizar esta sociedad en la que nos movemos y vivimos. Ver las situaciones o causas que generan la exclusión social, incidiendo en nuestras formas de vida: consumo, materialismo, individualismo, desestructuras familiares, desigualdades sociales, etc.” En este sentido, Marrero ha indicado que para las personas que viven en situación de pobreza y de marginación social, “su destino último, casi siempre, es la cárcel.”
La segunda sesión de las jornadas estará encaminada a ofrecer herramientas al voluntario que mejoren su labor de ayuda, acompañamiento y escucha. Por otro lado, el tercer momento de trabajo se centrará en establecer cauces que favorezcan la inserción de las personas que salen de la cárcel.
Alexis Moreno, delegado de Pastoral Penitenciaria en la Diócesis de Canarias, ha valorado como muy positivo el que estas jornadas posibiliten el encuentro de las dos diócesis. “Intentamos trabajar un plan común en las prisiones. De estas jornadas, como ha ocurrido en las anteriores, surgen muchos proyectos a llevar a cabo.” Moreno ha hecho hincapié en que el fin último es el recluso. “Lo que buscamos es poder incidir mejor en la realidad de la persona privada de libertad. Estas jornadas, sobre todo, se centran en el trabajo después de la prisión. O sea, en como las comunidades cristianas y el resto de la sociedad pueden acoger y favorecer la inserción de estas personas que abandonan la prisión”.
Testimonios
Tanto Domingo Marrero como Alexis Moreno son conocedores, de primera mano, de los testimonios de muchos reclusos. Uno de ellos reconoce haber vivido más de diez años en “un mundo de tinieblas” y que ahora, en la cárcel, se ha encontrado con Dios. “Estuve más cerca del infierno que del cielo” –expresa. “Mis ojos no veían más allá del dinero pero, al fin, cuando caí en prisión, pude ver la luz que el padre enciende cuando despiertas de una pesadilla. Me di cuenta que no estaba olvidado por Dios, aunque yo lo hubiese olvidado a él. Ahora le pido que me ayude a cumplir mi destino sin causar daño a nadie.”
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