Benedicto XVI reconoció hoy que afronta el último tramo de su vida e ignora qué le deparará el futuro, durante la homilía en la misa celebrada en El Vaticano con motivo de cumpleaños número 85.
El Santo Padre dijo contar con una sola certeza que le ayuda a proseguir con seguridad: "la bondad de Dios es más fuerte que cualquier mal existente". "Me encuentro ante el último tramo del recorrido de mi vida y no sé qué me espera. Pero sé que la luz de Dios existe, que Él ha resucitado, que su luz es más fuerte que cualquier oscuridad, que la bondad de Dios es más fuerte que cualquier mal del mundo", advirtió.
Apuntó que la garantía del poder de Dios sobre la humanidad ayuda a seguir adelante. "En esta hora agradezco de corazón a todos aquellos que continuamente me hacen percibir el sí de Dios a través de su fe. "La vida, finalizó el Santo Padre, se vuelve un verdadero regalo si junto a ellas se puede donar también una promesa que es más fuerte que cualquier desventura que nos pueda amenazar, si ella viene inmersa de una fuerza que garantiza que sea un bien ser un hombre".
Oremos por él.
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