sábado, 1 de junio de 2013

LA IGLESIA DE S. FRANCISCO DEL PUERTO DECLARADA BIC



El Gobierno de Canarias ha declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, a la Iglesia de San Francisco del Puerto de la Cruz. La protección del edificio, que formó parte del desaparecido convento franciscano, incluye la catalogación de sus bienes muebles, entre los que se encuentran varios retablos, esculturas, pinturas y su púlpito del siglo XVIII, además de un perímetro de protección para uno de los inmuebles de mayor relevancia del Conjunto Histórico portuense.


  Según expone Clementina Calero, Profesora titular de Historia del Arte Moderno de la Universidad de La Laguna, "entre los años de 1599 y 1608 se construyó en el Puerto de la Cruz una ermita cuyos gastos fueron sufragados por el almojarife del lugar Juan de Texera, propietario del mencionado recinto religioso, dedicado a San Juan Bautista. Posteriormente, la ermita fue cedida a los frailes franciscanos con el fin de que establecieran en ella una vicaría, tomando posesión efectiva en 1609".

A partir de estas fechas escasean las noticias referidas al recinto, si exceptuamos las que tienen que ver con la fundación de la capilla de las Llagas en 1670 por parte de Nicolás Álvarez, y la de las Ánimas, fundada por la familia Nieves-Ravelo en el siglo XVIII.

Al suprimirse las Órdenes Religiosas tras los decretos de ley de 19 de febrero y 8 de marzo de 1836, el convento franciscano se cerró, permaneciendo sólo la Iglesia ¿que se había restaurado entre 1830/32- abierta al culto. En 1926 se pidió ayuda para arreglar la fachada pero, pese a todos los esfuerzos por mantener en buen estado el edificio, en 1966 (cuando era usado como ciudadela) un voraz incendio lo devoró, salvo los "restos" de la balconada que pueden apreciarse desde el "Parque de San Francisco", salvándose sólo la iglesia.

A raíz del expediente de conservación del inmueble iniciado en 1981 por el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, el templo de San Francisco se declaró Monumento Histórico-Artístico cinco años más tarde, procediéndose luego a su restauración por parte de la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.

La iglesia posee una interesante colección de obras artísticas entre retablos, imágenes y pinturas, destacando dos de los retablos situados en lo que antaño fuera la primitiva ermita de San Juan Bautista, el de las Ánimas del Purgatorio y el del Cristo de la Humildad y Paciencia.

La que fuera cabecera de la primitiva ermita, hoy está presidida por un retablo-hornacina y ático que se decora con una pintura que representa a San Juan Bautista y a San Nicolás de Bari. El retablo es uno de los mejores de la iglesia, de caoba y totalmente tallado. Con motivos de cartelas, espejos y diversas formas vegetales. En el único nicho está la imagen del Cristo de la Humildad y Paciencia. De escuela canaria de mediados del siglo XVII, la sitúan con anterioridad al año 1652. Su factura es similar a la del Cristo del Perdón de la iglesia del ex-convento agustino de la villa de La Orotava, por lo que su autor pudo haber sido el mismo artífice

De las paredes de la iglesia cuelgan, además, otros cuadros como el de Nuestra Señora de Guadalupe, traído por Monseñor Flores Göber por los años 50 del pasado siglo. El padre Flores era natural de México, y durante varios años regentó la iglesia de San Francisco, por lo que regaló para su adorno el cuadro con la patrona de su país.

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