"Llegó el verano y con él un cambio de ritmo para muchos de nosotros. Termina el curso escolar para nuestros hijos. Para los que tenemos la posibilidad de trabajo también es momento de disponer de un merecido período de vacaciones que nos haga cargar las pilas después de todo un año. Y también en el ámbito pastoral, en nuestras comunidades cristianas, es momento de cierre de actividades y de evaluaciones
Es un tiempo distinto, con menos agobios y prisas bajo la dictadura del implacable reloj. Nos olvidamos un poco de esa sensación que durante el curso nos acompaña de no llegar a todo lo que tenemos que hacer, a todos los compromisos adquiridos.
No sé cómo se plantean ustedes esta época de verano y ciertamente cada cual es libre de emplear su tiempo en lo que le plazca, incluso limitándose literalmente a "perder el tiempo". A mí me gustaría disfrutarlo sacándole el mayor partido posible y por eso me propongo cuidar al máximo "mi red social" haciendo caso de una frase que leí hace tiempo en un blog: "la mejor red social es una vida rodeada de tu gente de toda la vida".
Dentro de esa red quiero cuidar especialmente la relación con los más cercanos, mi esposa y mis hijos. Ahora tenemos más tiempo para el diálogo y podemos compartir con más tranquilidad los sentimientos, las ilusiones, los planes de futuro y también los sacrificios que nos toca hacer. Y por supuesto al resto de la familia que no vemos tan a menudo. A los padres de los que podemos disfrutar ahora que todavía están con nosotros. A los hermanos y sobrinos con los que no coincidimos tanto.
De esa red social forman también parte los amigos con los que compartimos espacios durante el año y con aquellos que vemos solo puntualmente. Es un buen momento para ponernos al día en nuestras historias de vida y reforzar los lazos que nos unen.
Y estoy dispuesto además a incorporar a esta red a nuevas personas con las que me pueda encontrar y conocer que seguro podrán enriquecerme con sus valores.
Particularmente me parece que no es mal propósito cuidar más nuestras redes sociales y este tiempo que comenzamos nos puede servir bien para conseguirlo. ¡Feliz verano!.
(Jesús Alberto González Concepción, para el Espejo de la diócesis en la sección "blog de notas")
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