El ecónomo de la diócesis, Víctor Oliva, explica este viernes en Diario de Avisos, el proceso y los motivos que condujeron a la demolición de la iglesia de Alcalá. Oliva aseguró que demolió el martes la ermita de Alcalá basándose en un informe técnico elaborado a principios de año que advertía “de que el inmueble amenazaba con colapsar y caer a la vía pública, poniendo en peligro a los viandantes, con la correspondiente responsabilidad civil a terceros”. Un informe que iba en la línea de otro que motivó el cierre de la iglesia hace 6 años.
Así lo manifestó el ecónomo de la diócesis, Víctor Oliva, quien mostró su sorpresa por el rechazo de la Asociación de Vecinos Caluca a la demolición llevada a cabo, pues, a su juicio, los fieles de la parroquia conocen desde hace años el proyecto que se pretende llevar a cabo. “El arquitecto redactor del proyecto se ha reunido muchas tardes con la comisión pro nueva parroquia y se le ha explicado lo que se pretende.
El responsable económico insistió al rotativo en que esta medida se adoptó “en cuanto hubo informes técnicos que hablaban de que hay inseguridad y riesgo de daño a las personas, una amenaza que primó sobre otra cosa”. “Además, se trata de una solución técnica para poder ejecutar el proyecto de la nueva iglesia que necesita Alcalá, que lleva redactado mas de cinco años, y siempre se dijo que era necesario demolerla”, reiteró.
En cuanto a las suspicacias de algunos vecinos por una presunta operación especulativa con el solar, Oliva negó tal extremo y replicó que “especular es lo último que se la ha pasado por la cabeza al Obispado”.
Si quieres ver todo el artículo pincha aquí
Así lo manifestó el ecónomo de la diócesis, Víctor Oliva, quien mostró su sorpresa por el rechazo de la Asociación de Vecinos Caluca a la demolición llevada a cabo, pues, a su juicio, los fieles de la parroquia conocen desde hace años el proyecto que se pretende llevar a cabo. “El arquitecto redactor del proyecto se ha reunido muchas tardes con la comisión pro nueva parroquia y se le ha explicado lo que se pretende.
El responsable económico insistió al rotativo en que esta medida se adoptó “en cuanto hubo informes técnicos que hablaban de que hay inseguridad y riesgo de daño a las personas, una amenaza que primó sobre otra cosa”. “Además, se trata de una solución técnica para poder ejecutar el proyecto de la nueva iglesia que necesita Alcalá, que lleva redactado mas de cinco años, y siempre se dijo que era necesario demolerla”, reiteró.
En cuanto a las suspicacias de algunos vecinos por una presunta operación especulativa con el solar, Oliva negó tal extremo y replicó que “especular es lo último que se la ha pasado por la cabeza al Obispado”.
Si quieres ver todo el artículo pincha aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario