El sacerdote orotavense Domingo Ponce Álvarez destacó ayer en la lectura del pregón de la infraoctava del Corpus, la lealtad y la nobleza de los villeros, dos virtudes que se manifiestan “a la hora de acoger, servir y acompañar a cualquier visitante” y su inquietud por “mejorar la dignidad de todo ser humano si lo ve sin los recursos necesarios para ser quien debe ser”.
Ponce hizo referencia al año eucarístico que también se plasma en el tapiz central del Ayuntamiento, en el que se muestra a través del arte “el amor a la Eucaristía dando a conocer el talante de un pueblo donde sus habitantes se hacen alfombra para Dios y éste es la alfombra del hombre”.
Ponce hizo referencia al año eucarístico que también se plasma en el tapiz central del Ayuntamiento, en el que se muestra a través del arte “el amor a la Eucaristía dando a conocer el talante de un pueblo donde sus habitantes se hacen alfombra para Dios y éste es la alfombra del hombre”.
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