miércoles, 4 de abril de 2012

LA IGLESIA DIOCESANA SE PREPARA PARA EL SOLEMNE TRIDUO PASCUAL

El santo Triduo Pascual de la Pasión y Resurrección del Señor Jesús, es el punto culminante de todo el año litúrgico. El mismo se prepara en el tiempo de Cuaresma y se prolonga en la alegría de los cincuenta días del Tiempo Pascual.

Se llama Triduo pascual porque con su celebración se hace presente y se realiza el misterio de la Pascua, es decir, el tránsito del Señor de este mundo al Padre. Con la Eucaristía de la Cena del Señor en la tarde del Jueves Santo comienza el Triduo Pascual. El Obispo presidirá esta Misa en la Sede Catedralicia a las 18 h. Se conmemora en esta jornada la institución de la Eucaristía, del sacerdocio y es el día del amor fraterno.

El Viernes Santo de la Pasión y Muerte del Señor, no se celebra ninguna eucaristía. La solemne celebración de la Pasión del Señor  - que no es una Misa- será en la sede provisional de la Catedral de La Laguna a las 12.30 del mediodía. Los católicos del mundo también miran en esta jornada del Viernes a la iglesia madre de Jerusalén.



Durante el Sábado Santo tampoco se celebra la eucaristía, la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y su muerte, esperando en la oración y el ayuno su resurrección. Este día La Cruz sigue ocupando el centro de los templos católicos que, en sentido práctico, se preparan para la más importante celebración de la Iglesia: La Vigilia Pascual.

Según una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor, y la Vigilia que tiene lugar en la misma, conmemorando la noche santa en la que el Señor resucitó, ha de considerarse como "la madre de todas las santas Vigilias". Toda la celebración debe hacerse durante la noche. Bernardo Álvarez preside en su sede la Solemne Vigilia Pascual a las 22 horas.

Las celebraciones de la primera parte del Triduo (misa vespertina del Jueves Santo y celebraciones del Viernes y Sábado Santo durante el día) son intensamente sobrias, en cambio la noche santa de la Resurrección es una fiesta rebosante de alegría. El paso de la tristeza al gozo, de la muerte a la vida se expresa en la misma Vigilia Pascual, la más importante celebración de los cristianos. Por ello,  la culminación del Triduo Pascual es la Vigilia Pascual en la que hacemos memoria sacramental de la resurrección del Señor.

La Misa del día de Pascua, domingo,  se celebra también con el mayor gozo. El Obispo Nivariense preside la solemne Eucaristía Pontifical de la Pascua a las 12 horas. En la misma impartirá la bendición papal en día tan singularmente alegre para todos los católicos de Canarias unidos a los del mundo entero.

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