martes, 3 de abril de 2012

MISA CRISMAL: "HA DE SER TAREA DE AMOR APACENTAR EL REBAÑO DEL SEÑOR"

 









El Obispo, Bernardo Álvarez presidió hoy, martes 3 de abril, la ‘Misa Crismal’ en la iglesia de la Concepción de La Laguna (Sede Catedralicia). Más de un centenar de sacerdotes procedentes de las cuatro islas de la diócesis participó en esta singular eucaristía en la que renovaron, ante el Obispo y el Pueblo de Dios, las ‘promesas sacerdotales’ que realizaron el día en que fueron ordenados.

 Además, En esta Misa se consagró el Santo Crisma y se bendijeron los óleos de los catecúmenos y de los enfermos. Se trata de la materia que se emplea en distintos sacramentos y que ahora se distribuye entre las más de trescientas parroquias de la provincia occidental. 

 El Prelado, en su homilía, propuso al presbiterio diocesano ‘contemplar nuestro sacerdocio en el de Cristo’. Álvarez recordó el origen, la finalidad y el modo en el que Jesús ejerce su sacerdocio el cual ‘se ejercita de continuo a través de la Iglesia’. Esto es posible, en el caso de los sacerdotes, porque son ungidos, consagrados para entregarse al mundo. Una misión- prosiguió el Obispo- que sólo es posible realizar por la Palabra, los sacramentos y el servicio a la comunidad. 

En la parte final de su intervención, Bernardo Álvarez recordaba algunos momentos de la llamada Historia de la Salvación en la que Dios mismo sigue apacentando a su pueblo. ‘Han pasado siglos- señaló- pero la historia es la misma. Sólo hay una historia. La historia lleva por título: “Tanto amó Dios al mundo”. 
 
En este punto trajo a colación el testimonio de S. Juan de la Cruz, como ejemplo de una persona en cuyo corazón se derramó el amor de Dios que transformó su vida en un continuo ejercicio de amor. Ese espíritu y ese amor recibidos en la Ordenación – les recordó el obispo a los sacerdotes concelebrantes – es el que ‘nos capacita para ser en y para la Iglesia manifestación y transparencia de “la caridad pastoral” de Jesucristo, ya que ha de ser tarea de amor el apacentar el rebaño del Señor’. Al final de la Eucaristía se leyó el decreto por el que el Obispo convocaba ‘Órdenes’ para los futuros sacerdotes la mañana del sábado 7 de Julio.

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