“Hola amigos. En este tiempo se habla mucho de vida, de calidad de vida con miedo a que los recortes nos priven de aquellos logros que habíamos conseguido y, cristianamente, de vida eterna que se anticipa en el presente como si fuéramos catadores de la felicidad que nos espera.
Hace poco escuché que un japonés acaba de cumplir 115 años, dicen que es el más anciano, conocido, de la humanidad y, cuando le preguntaron cuál era su secreto, dijo: la alegría y el agradecimiento.
¿Por qué no imitarlo como cristianos? Si tenemos la certeza de la salvación, ¿Por qué no agradecer, cada día, este misterio de la vida que no tendrá fin? ¿Por qué no ser agradecidos con las personas que nos hacen felices? ¿Por qué no decirlo con una sonrisa? ¿Quién nos ha robado la alegría? Si de verdad el Crucificado ha Resucitado, todo está atravesado de novedad, “nada” ha quedado fuera al “todo” de la creación, no hay personas irremediables, ni situaciones irreversibles… Por eso, por favor, no permitas los recortes en la esperanza, cuidemos la calidad de vida que surge de la Pascua y, para que se note, regala tu sonrisa, especialmente al que no quiere o no encuentra motivos para sonreír, aporta buen humor en tus ambientes y nunca te olvides decir gracias a quien te hace el bien porque, en ellos, se las estás dando a Dios. ADELANTE, ¡SERVIDORES DE LA ALEGRÍA! (Juan Antonio Guedes, para el programa de radio "El Espejo de la Diócesis").
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