Se llama Carmen, una mujer sencilla y de fe que vive en Vilaflor, la cuna del Santo Hermano Pedro. Su hijo se llama Adalberto y fue curado milagrosamente por la intercesión del Santo Hermano Pedro. Una semana antes de la celebración de canonización, 30 de julio de 2002, recogimos su testimonio justo al lado del Santuario levantado en nombre del primer santo canario.
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