El primer paso del camino de los seminaristas del mayor por La Palma fue en El Paso, en la recoleta ermita de San Martín de Porres. Un paisaje verde, entre pinos y con el arrullo de la brisa, ofreció el marco ideal para el retiro espiritual con el que comenzaba la convivencia.
De la mano del texto de la homilía de Benedicto XVI en la celebración del Corpus Christi de este año, tuvieron los seminaristas ocasión de reflexionar sobre la actitud adoradora, la gloria de Dios y la salvación de los hombres en la misión de la Iglesia, la obra de Cristo y la labor de sus discípulos y apóstoles.
En la noche de esta jornada tienen prevista una vigilia de oración por las vocaciones, en Tazacorte.
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