"Hoy no puedo ni quiero dejar de compartir la reflexión que me provoca la situación que se está viviendo en nuestra Cáritas Diocesana con el cierre de varios de sus proyectos de intervención por falta de apoyo económico desde la Administración Autonómica.
Quien me conoce podrá decir que no soy lo suficientemente objetivo en este tema puesto tengo una vinculación especial con la entidad, ¡me da igual!. Sí, soy personal de la casa. Y además soy de los veteranos; yo he visto nacer y poner en marcha "Atacaite", los pisos puente, Chaxiraxi, casa "Ben" y "Lázaro". He sido testigo de la labor que se ha realizado con las personas que han sido acogidas en estos proyectos y de cómo se les ha acompañado para recuperar su salud, su autoestima, su dignidad y su puesto en la sociedad.
No oculto mi malestar, mi indignación y mi decepción al ver cómo se trunca todo un trabajo de años; tanto esfuerzo de personas voluntarias y contratadas, socios, donantes y comunidades parroquiales que se han implicado para sacar adelante estos proyectos porque, no nos engañemos, no todo lo ha cubierto la financiación pública, aunque la aportación sea importante.
Y, ¿saben?, una cosa me preocupa fuertemente. Ante esa situación de Cáritas, ante la realidad de estas personas que se quedan tiradas en la cuneta del camino, nosotros como iglesia, ¿pasaremos de largo o tomaremos la actitud del samaritano?".
(Jesús Alberto González Concepción, en la sección "bloc de notas" para el Espejo).
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