Al final del Evangelio según San Marcos, las mujeres que visitan la tumba de Jesús reciben este encargo: “Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de ellos a Galilea. Allí lo verán, como les había dicho”. En Galilea estaban los orígenes del grupo: allí se había criado Jesús y allí había tenido su primera actividad pública. De Galilea eran sus discípulos. En las aldeas y caminos de Galilea había nacido su amistad y habían compartido la vida, la misión, sus dificultades y gozos.El Evangelio según san Marcos comienza así: “Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías. Hijo de Dios.”. Es toda una declaración de intenciones: nos va a presentar la Buena Noticia (Evangelio) de Jesús, el que es Mesías como Hijo de Dios. El Mesías Jesús no es un Mesías de este mundo, no es un Señor como los amos de los pueblos o de los reinos. A lo largo de todo el texto, el autor nos mostrará una y otra vez que el “Kyrios” Jesús (el Señor Jesús) no tiene un señorío semejante al del César, al de Herodes, o al gobernador romano. No se asemeja siquiera al de los miembros del Sanedrín.
El Taller-Retiro Irá a Galilea nos invita a acercarnos a la Buena Noticia de Jesús desde nuestra Galilea, el lugar donde nos rozamos cotidianamente con Él, donde lo encontramos en su trabajo y en su misión, al lugar al que nos invita a volver para experimentarlo ahora como resucitado.
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