Tercera página del "diario JMJ" de un joven peregrino de nuestra Diócesis. Asistió a la Jornada Mundial de la Juventud con su grupo de la Parroquia de la Higuerita, en la Cuesta. Se llama Héctor, como podría llamarse Yesica (de La Palma), Raquel (de la Orotava), Bety (de las Mercedes),... y así hasta completar los casi 800 jóvenes peregrinos de esta Iglesia particular que estuvieron en Madrid.
Miércoles 17 de Agosto de 2011. Este verano algo muy grande va a pasar, y lo estamos descubriendo a cada hora que pasamos en esta capital, que por estos días se convierte en capital del mundo. Lo que estoy viviendo es literalmente la invasión de una ciudad. Donde quiera que mire, las calles están repletas de banderas, de mochilas y los cánticos son parte del ambiente, es como si el mundo se hubiera parado, como si todos los problemas del mundo, aunque sabemos que no es así, se hubieran paralizado y toda una juventud que abarca todas las edades, tomara la calle para expresar la alegría que lleva por dentro. Es eso, es como si Madrid fuera la sede de la alegría, de la felicidad, como si todos nos hubiésemos puesto de acuerdo a la vez y lo manifestáramos a todas horas por cada lugar por el que pasáramos.
La llegada del Papa será el acontecimiento que más ilusiones crea. Ya solo faltan unas pocas horas y la emoción crece por momentos. Realizamos hoy un poco de turismo y nos preparamos para mañana, el gran día. Me sorprende, que si ni siquiera el ambiente vacacional al que incitan las visitas a los lugares más representativos de la capital española, es capaz de desviarnos de nuestro objetivo. Nadie olvida para qué estamos aquí, y de todos lados surgen canticos a Dios y al Papa; es realmente increíble, es como si ante la posible distracción, los peregrinos respondieran de forma más tajante, y lo curioso es que resulta extremadamente contagioso y satisfactorio.
De verdad, ojala estas palabras pudieran expresar lo que es ver a tanta gente, tan diferente y de tantos lugares, que sin embargo ponemos nuestras vidas en el mismo Dios, con la esperanza de que el acrecienta más nuestra fe. Mañana nos espera un día duro, no solo por el insoportable calor que está haciendo en Madrid estos días, sino porque por fin llega su Santidad. Ahora sentimos que el comienzo de la JMJ está ya muy próximo, pues comenzamos a compartir con el Papa nuestra fe de jóvenes, fe que queremos acrecentar para ser testigos verdaderos de Cristo. Ojala mañana sea un paso enorme hacia esa meta, creó que así será. ¡Dejémonos sorprender!
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