sábado, 12 de febrero de 2011

EL OBISPO INVITA, EN LA ORDENACIÓN DE TRES NUEVOS SACERDOTES, A SER MISIONEROS


El templo de La Concepción presentaba el aspecto de las grandes celebraciones y no era para menos, ya que la diócesis cuenta con tres nuevos sacerdotes desde poco después del mediodía de este sábado. Honorio Campos, natural de GÜímar, Carmelo González de Los Realejos, y el lagunero Juan francisco Lugo, son los neopresbíteros de la diócesis nivariense. Los mismos venían desarrollando sus servicios como diáconos en S. Miguel, Isora y Playa de Santiago y Alajero, respectivamente. Ahora, en las próximas fechas, tendrán destino como párrocos.

El obispo, en la homilía de la Eucaristía de la ordenación, invitaba a todos, de manera especial a los sacerdotes, a ser misioneros en medio de una realidad nueva. El prelado expresó que el nacimiento de unos nuevos sacerdotes "actualiza que Dios en persona sigue cuidando de su pueblo". Para Álvarez vale la pena entregarse como pastor a los demás, a pesar de que, en ocasiones, no se vean los frutos del trabajo, del servicio, de la tarea evangelizadora.

En este sentido, el obispo propuso a todos los sacerdotes presentes la atenta lectura y meditación del reciente documento de la Congregación del Clero titulado "la identidad misionera del presbítero en la Iglesia". Citando este documento, el prelado recordó que La urgencia misionera actual requiere una renovada praxis pastoral. Las nuevas condiciones culturales y religiosas del mundo, con toda su diversidad, según las distintas regiones geográficas y los diversos ambientes socio-culturales, indican la necesidad de abrir nuevos caminos a la praxis misionera. Benedicto XVI, en tal sentido, afirmó: « Todos juntos debemos tratar de encontrar modos nuevos para llevar el Evangelio al mundo actual ».

Prosiguiendo la cita del documento, Álvarez expuso "el papel insustituible de los presbíteros en la actividad misionera. En las comunidades particulares, en las parroquias, el ministerio de los presbíteros manifiesta la Iglesia como acontecimiento transformador y redentor, que se hace presente en la cotidianidad de la sociedad. Allí, los sacerdotes predican la Palabra de Dios, evangelizan, catequizan, exponiendo íntegra y fielmente la sagrada doctrina; ayudan a los fieles a leer y a comprender la Biblia; reúnen al Pueblo de Dios para celebrar la Eucaristía y los demás sacramentos; promueven otras formas de oración comunitaria y devocional; reciben a quien busca apoyo, consuelo, luz, fe, reconciliación y acercamiento a Dios; convocan y presiden encuentros de la comunidad para estudiar, elaborar y poner en práctica los planes pastorales; orientan y estimulan a la comunidad en el ejercicio de la caridad hacia los pobres en el espíritu y en las condiciones económicas; promueven la justicia social, los derechos humanos, la igual dignidad de todos los hombres, la auténtica libertad, la colaboración fraterna y la paz, según los principios de la doctrina social de la Iglesia. Son ellos - los sacerdotes- quienes, como colaboradores de los Obispos, tienen la responsabilidad pastoral inmediata".












No hay comentarios: