
Los pacientes y profesionales de la instalación han cantado diversas canciones ataviados con el traje típico canario. Posteriormente, se han reunido con sus familiares, a quienes les han ofrecido comida de la región que ellos mismos han elaborado en los talleres de cocina. En esta pequeña jornada gastronómica no han faltado los frangollos, los bizcochos de calabaza o los mojos verdes y rojos. Esta iniciativa sirve además para que los residentes del Centro Psicopedagógico aprendan a valorar el esfuerzo y el trabajo diario y comprendan los beneficios que les aportan
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