jueves, 5 de julio de 2012

PODRÍA PASARNOS A NOSOTROS...

"Luis, Ángel, Antonio y Salem son cuatro amigos. Luis es de La Orotava; Ángel de Telde (Gran Canaria); Antonio es de Badajoz y Salem de Tánger (Marruecos). Tienen algo en común: los cuatro "viven" en la calle; carecen de un techo propio, ya fuese alquilado, cedido, prestado o acogidos en algún establecimiento público o privado. 

Han estado en el Albergue Municipal de Santa Cruz y posteriormente en Café y Calor, de Cáritas. También tienen "otro algo" más en común: vinieron a Santa Cruz de Tenerife en busca de una vida mejor; o sea, buscando un empleo. Lo lograron, pues allá por los años 2004-2007 consiguieron trabajar, tener un sueldo equilibrado, pagarse el alquiler de un piso, etc. Los cuatro tenían a su cargo una familia que su supervivencia dependía de que ellos trabajasen. 
Luis y Antonio estaban casados y tienen dos hijos cada uno; son los "mayores", pues tienen 44 y 46 años, respectivamente. ángel tenía a su madre a cargo y a un hermano, con una enfermedad mental, que vivía con ella. Del dinero que enviase Salem a Tánger, dependía la subsistencia de su hermana, un hijo de ella con seis años y el cuñado que estaba paralítico como consecuencia de un accidente laboral.

Los cuatro eran felices porque quienes dependían de ellos, también lo eran. Trabajaban muchas horas para poder enviar dinero y tener para ellos. Pero, todo se fue al traste cuando primero Salem, luego Luis, a continuación Antonio y finalmente Ángel, fueron despedidos de las empresas donde trabajaban. Cobraban "el paro"; pero apenas les daba para subsistir. 

"Su casa", la de los cuatro (no han querido separarse desde que se conocieron en el Albergue hace dos años), es unas tablas, unos cartones, unas chapas de aluminio,... que conforman el espacio suficiente para, por la noche, colocar en el suelo cuatro colchones que consiguieron poco a poco, junto a algún contenedor de basura, y donde antes, ocupaban ese espacio cuatro cajas de cervezas y dos pallets de madera, a modo de sillas y mesa, que les han servido para comer algún bocata y beber un vaso de agua,... El lugar,... Santa Cruz de Tenerife (puede llamarse el sitio "Pancho Camurria", "Viera y Clavijo", el patio de alguna vivienda abandonada, un lugar del barranco,...).

Anoche los conocí,... Hablamos largo y tendido,... Me contaron lo que aquí escribo y mucho más,... Me emocionó, sobre todo, su resignación y la firme esperanza de que van a salir de esta,... Tuve la satisfacción y el honor de que (después de muchos ruegos) aceptaran que les invitara a cenar..." (Leonardo Ruíz del Castillo, Director de Cáritas Diocesana).


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