viernes, 17 de agosto de 2012

FIESTA DE NTRA. SRA. DE LAS NIEVES EN LAS CAÑADAS DEL TEIDE

Jonás Álvarez Rodríguez
“Nuestro mérito es el de acudir aquí, viniendo de lugares tan diferentes, para celebrar a una misma Madre que nos une y que es quien nos congrega” . Estas sencillas palabra que nos dirigió en su homilía del pasado domingo 12 de agosto D. Simón Herrera García resumen por completo el espíritu de la fiesta que ese día celebrábamos en la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves, en Las Cañadas del Teide. 

Y es que aquel lugar santo, enclavado en una naturaleza incomparable, se ha convertido en punto de referencia y de oración para muchas personas –y, cada vez, para más jóvenes –de nuestro Arciprestazgo de La Orotava e, incluso, de nuestra Diócesis. Y, por eso, no podíamos dejar pasar estas fechas sin celebrar la fiesta de la Virgen de las Nieves, titular de dicha Ermita. Así, con una sencilla y alegre Eucaristía, fiesta de las fiestas, honramos a nuestra Madre y a sus pies pusimos todas nuestras preocupaciones, nuestras oraciones, nuestros ofrecimientos… sin olvidarnos de los jóvenes y, en estos días, especialmente de las catástrofes originadas por los incendios que nos han azotado. Y qué mejor ofrenda para este día que ayudar a quienes más lo necesitan: con un gesto solidario, cada uno de los asistentes aportó algún alimento no perecedero que fueron entregados a Cáritas parroquial de San Juan Bautista de La Orotava. 


Tras la Eucaristía, la fiesta continuó con un almuerzo compartido disfrutando de nuestros montes con responsabilidad. Un momento de comunidad, de familia en el que se compartió mucho más que la comida: risas, experiencias y ganas de continuar creciendo. 

Desde la Coordinadora Arciprestal de Pastoral Juvenil de La Orotava agradecemos a todos aquellos jóvenes y mayores que, desde hace más de dos años, han venido colaborando con nosotros en la rehabilitación y mantenimiento de esta Ermita de las Nieves en Las Cañadas, que se ha convertido mucho más que en un lugar santo: ha sido ejemplo de comunión, de unidad, de verdadera Iglesia que congrega carismas diferentes en torno a una única fe; un esfuerzo y una ilusión que cada vez se ha extendido más y que, esperamos, lo siga haciendo.

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