"Con una sólida preparación intelectual, “pobres pero instruidos”, como reza una de las máximas de su fundador, y una voluntad de entrega sin reservas al servicio del otro, especialmente de los que peor lo están pasando"...Son los jesuitas. A ellos, concretamente, a su misión y a las vocaciones surgidas en la parroquia de S. Francisco de la capital palmera dedica el Diario de Avisos un reportaje en su edición de este sábado.En 1980, entraban en el noviciado de la Compañía de Jesús en Sevilla los dos primeros palmeros, pioneros de una generación que en una década llevó a la incorporación de hasta catorce jóvenes en la orden religiosa. Una de las claves para su vocación - dice el rotativo - "se encuentra en la parroquia a la que pertenecían, San Francisco, y la figura de Juan Dionisio Pérez Álvarez (Breña Alta, 1931-Santa Cruz de La Palma, 1996), párroco de este lugar por esa época".
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