Javier José Jiménez, sacerdote responsable de la peregrinación a Roma para la beatificación de Juan Pablo II, ha realizado una nueva crónica correspondiente a las vivencias del grupo en el día de ayer.Hola amigos, vuelvo a entrar por esta ventana diocesana para descansar en vosotros las alegrías de esta tercera jornada en la ciudad de Roma. En esta jornada destaco dos cosas: La primera, la Eucaristía celebrada en la plaza de San Pedro en agradecimiento a Dios por el don de la beatificación de Juan Pablo II. En ella resalto la bella estampa de muchos peregrinos que, aun seguimos en este lugar santo, con fervor y alegría grande en el interior. El grupo gozó la fuerza del amor bajo la batuta de la liturgia en honor al beato Juan Pablo II. El bello y profundo himno creado para este acontecimiento puso, a más de uno, las emociones a flor de piel. Por otro lado, destaco las últimas palabras del cardenal que presidía la celebración: "... para que seamos profetas de la misericordia de Dios". Sí, estamos llamados a ser trasmisores de la Misericordia Divina como nuestro magno Papa, el beato JP II. Estas palabras estuvieron acompañadas por esos hermosos carteles que engalanan las calles de Roma y del Vaticano en los que se puede leer: "La fuerza está en el Amor". ¡¡¡Qué gozada!!!
Al término de dicha celebración se generó un impresionante río de personas hacia la Basílica para poder rezar ante el féretro donde yacen los restos de este apreciado beato Era tanta la gente que me fue imposible llegar, aunque sé que algunos de nuestra peregrinación lo pudieron hacer, rezaron ante él por nosotros y pusieron las intenciones traídas desde la diócesis al Papa misionero.
Esta tarde, y ahí va la segunda experiencia inolvidable de este gran día, junto a Esteban Vera (sacerdote de nuestra diócesis que está estudiando en Roma) pude contemplar la Cruz de los jóvenes en un hermoso oratorio custodiado por la central internacional de la juventud. Que belleza orar ante el signo que Juan Pablo II regaló a los jóvenes como signo misionero para los mismos y hacerlo, providencialmente, este día en el que nuestra diócesis recuerda y reaviva en sus corazones aquella gran visita de estos signos para motivar e impulsar la participación de los jóvenes en la próxima JMJ Madrid 2011. Me quedo
tremendamente asombrado al contemplar esta hermosa coincidencia y no dejo de dar infinitas gracias a Dios por habernos regalado dicha experiencia.
Quedan pocas horas para que esta peregrinación diocesana a Roma retorne. No quisiera dejar de agradecer cuantos gestos de apoyo, cercanía y amor recibidos desde este lugar por todos aquellos que han seguido desde nuestra tierra canaria las experiencias de estos gozosos y hondos días. Que la bendición de Dios llegue abundantemente en vuestras vidas y en aquellos que les rodean.
Que nuestras vidas estén siempre dispuestas y abiertas para recibir la Vida de Dios y sepamos regalarla incondicionalmente en todos los rincones de la humanidad. Abrazos grandes desde el corazón de estos peregrinos canarios para cada uno de vosotros. Gracias y hasta pronto.
Al término de dicha celebración se generó un impresionante río de personas hacia la Basílica para poder rezar ante el féretro donde yacen los restos de este apreciado beato Era tanta la gente que me fue imposible llegar, aunque sé que algunos de nuestra peregrinación lo pudieron hacer, rezaron ante él por nosotros y pusieron las intenciones traídas desde la diócesis al Papa misionero.
Esta tarde, y ahí va la segunda experiencia inolvidable de este gran día, junto a Esteban Vera (sacerdote de nuestra diócesis que está estudiando en Roma) pude contemplar la Cruz de los jóvenes en un hermoso oratorio custodiado por la central internacional de la juventud. Que belleza orar ante el signo que Juan Pablo II regaló a los jóvenes como signo misionero para los mismos y hacerlo, providencialmente, este día en el que nuestra diócesis recuerda y reaviva en sus corazones aquella gran visita de estos signos para motivar e impulsar la participación de los jóvenes en la próxima JMJ Madrid 2011. Me quedo
tremendamente asombrado al contemplar esta hermosa coincidencia y no dejo de dar infinitas gracias a Dios por habernos regalado dicha experiencia.Quedan pocas horas para que esta peregrinación diocesana a Roma retorne. No quisiera dejar de agradecer cuantos gestos de apoyo, cercanía y amor recibidos desde este lugar por todos aquellos que han seguido desde nuestra tierra canaria las experiencias de estos gozosos y hondos días. Que la bendición de Dios llegue abundantemente en vuestras vidas y en aquellos que les rodean.
Que nuestras vidas estén siempre dispuestas y abiertas para recibir la Vida de Dios y sepamos regalarla incondicionalmente en todos los rincones de la humanidad. Abrazos grandes desde el corazón de estos peregrinos canarios para cada uno de vosotros. Gracias y hasta pronto.
Escucha la entrevista a Javier José Jiménez realizada ayer en COPE:
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