Los seminaristas de las dos diócesis del archipiélago, nivariense y canariense, desde la tarde del domingo, celebran una convivencia comunitaria y recorren algunos rincones entrañables de la isla de Gran Canaria. En Agüimes, tras visitar la parroquia de san Sebastián, visitaron la casa parroquial del Siervo de Dios Vicente Díaz, párroco que entregó la vida por su pueblo, y que tiene abierto el proceso de beatificación. Un ejemplo de vida que imitar.
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