viernes, 28 de diciembre de 2012

LA CARTA DE LA SEMANA: "NADIE LA QUIERE"


"Las tradicionales inocentadas tan típicas entre nosotros y que rememoran de esta forma jocosa la trágica decisión del rey Herodes que nos transmite el evangelio de Mateo: la muerte de los inocentes ejecutados por el miedo a perder la corona de un soberano cruel.
En la historicidad del hecho no entramos, aunque la crueldad de Herodes descrita en fuentes extrabíblicas nos sugiere que hubiera sido del todo posible.
El mensaje pretende situar a Jesús en la línea de Moisés, salvado también de un crimen colectivo decretado por el faraón. Jesús es el nuevo Moisés. Inocente es el contrapunto de culpable. Son términos vinculados normalmente a los ámbitos judiciales. En la vida corriente la culpabilidad está un tanto ausente. ¿Habremos perdido estatura ética?

Lo más que escuchamos es el grito infantil de “no era mi intención”, “fue sin querer”, pero nadie se autodefine culpable. Tal vez la culpa ha desaparecido por pretender evitar “traumas” y aliviar psicológicamente la vida. Preferimos decir “incorrección” a culpabilidad. Aunque huyamos de ella, nuestra conciencia es tozuda y nos recuerda que no siempre obramos bien, decimos lo adecuado o deseamos convenientemente.
La sangre de los “inocentes” de hoy sigue clamando. Una crisis atroz que deja sin trabajo a tantos, sin vivienda a muchos, sin lo necesario para vivir a demasiados…
Una sociedad que no se inmuta ante los 280.000 no nacidos en España en el 2011, casi el 5% más que el año anterior. Inocentes que sufren y desaparecidos los culpables.
Razón tenía mi abuelo: “La culpa está sola, la culpa está triste, la culpa es soltera… Nadie la quiere”.
(Juan Pedro Rivero, sacerdote y director del Instituto de Teología Islas Canarias, sede en Tenerife)

No hay comentarios: