NAVIDAD:UN CORAZÓN SENSIBLE, UNOS OJOS ATENTOS Y UNAS MANOS GENEROSAS

El Obispo, Bernardo Álvarez, presidió el día 24 una eucaristía especial, como es tradicional, en el centro penitenciario Tenerife II. Posteriormente, compartió cena con los sacerdotes de la lagunera residencia sacerdotal para, antes de la media noche, presidir la Misa del Gallo en la Sede Catedralicia, el templo de Nuetra Señora de La Concepción. Monseñor Álvarez Afonso, por otro lado, ha estado celebrando y visitando estos días, y en venideras fechas, las distintas casas de acogida de la diócesis, así como los asilos de ancianos.

En su mensaje navideño Álvarez invitó a vivir el acontecimiento de la jornada actualizando el hecho, la certeza de que tanto amó Dios al mundo que nos envió a su Hijo al mundo. "Hemos de abrirnos a la presencia a este Dios que se hace hombre". La generosidad de Dios para con nosotros, dice el mensaje, ha de traducirse en nuestra generosidad para con los hermanos, y en construir con ellos un mundo nuevo. "La navidad es una llamada a tener unas manos generosas, a compartir con los más débiles".

Para el obispo, la Navidad nos invita a abrir el corazón a Dios y a los hermanos. A tener, explicó el prelado, "un corazón sensible, unos ojos atentos a las necesidades de los demás y unas manos generosas para poner todo lo que esté de nuestra manos en favor de los más débiles y necesitamos. Si lo hacemos así, seguro que tendremos una feliz navidad, porque no hay mayor alegría que la de ser generoso, compartir, dar".