Ayer se plantó, en el jardín del Hospital de San Juan de Dios un ejemplar del árbol que popularizó el santo tinerfeño, Hermano Pedro de San José de Behtencourt. Este fervor por el Hermano Pedro y por el esquisúchil echó ayer raíces en Santa Cruz. Y lo hizo en un lugar que tal vez el propio santo hubiera escogido por su vocación de servicio a los demás y por su atención a los enfermos.
La donación de un ejemplar de este árbol, considerado en Guatemala como reliquia nacional, por parte del editor Juan Francisco Delgado ha permitido estrechar todavía más los lazos entre la tierra que vio nacer al Hermano Pedro y el país donde murió a mediados del siglo XVII. Lee aquí el artículo que aparece en La Opinión de Tenerife. Foto Obispado: el árbol que está plantado en la cueva del Santo, en El Médano.
La donación de un ejemplar de este árbol, considerado en Guatemala como reliquia nacional, por parte del editor Juan Francisco Delgado ha permitido estrechar todavía más los lazos entre la tierra que vio nacer al Hermano Pedro y el país donde murió a mediados del siglo XVII. Lee aquí el artículo que aparece en La Opinión de Tenerife. Foto Obispado: el árbol que está plantado en la cueva del Santo, en El Médano.
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