"Hola amigos. Una semana después de orar por la unidad de los cristianos, no entiendo mucho a quienes siguen utilizando las advocaciones marianas para marcar diferencias dentro de la misma Iglesia, y prefiero contagiarme de quienes entienden a María como la madre común que, acogiendo su misión al pie de la cruz, sigue estando preocupada, especialmente, por sus hijos e hijas que crucificados en el madero de la crisis, de la violencia o la intolerancia. Madre Candelaria, no permitas que nos detengamos por los piques dentro de los templos y las aulas de teología; empújanos a la puerta, ayúdanos a contemplar desde la luz que portas, Jesucristo, la realidad que nos rodea y, luego, aconséjanos la necesidad de ponernos a su escucha, de trabajar unidos para que, ante la dureza que contemplamos, no pongamos límite a nuestros sueños.
Qué ejemplo de fraternidad cristiana el ver que CÁRITAS sigue uniendo a los canarios, famosos y anónimos, porque son muchos más los que no se resignan que los que se cruzan de brazos, los que se complican la vida por los demás, que los que creen que la solución tiene que venir de otros…
Seguiremos hablando del tema, pero estoy convencido que la mejor ofrenda a nuestra Señora de Candelaria es la marea de corazones inquietos que pretenden poner luz en tantas vidas apagadas por problemas… ADELANTE, SOÑADORES REALISTAS… (Juan Antonio Guedes, en la sección del Espejo "Adelante").
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