El 40% de las familias que llegaron
durante el año 2011 a Cáritas a nivel regional, son víctimas de la gestión
política de la crisis. Así lo señalaron hoy los directores provinciales de
Cáritas Santa Cruz de Tenerife y Cáritas Las Palmas de Gran Canaria, en sendas
ruedas de prensa en las que se presentaron las memorias del pasado año.
“Cáritas no sólo no ha sido ajena a
esta situación sino que, por su identidad, hemos sido testigos del deterioro de
la situación social y sus gravísimas consecuencias”, según explicaron ambos dirigentes.
En la presentación de la memoria de
2011, Cáritas en Canarias destacó que dicho año “ha supuesto la agudización de
los efectos de la crisis y la intensidad de las situaciones de pobreza y exclusión
social, y que además será recordado por ser el año en el que se sentaron las
bases para el recorte de los derechos sociales que, hasta esta fecha, habían
marcado los límites mínimos que cualquier ser humano, por el mero hecho de ser
persona, debe tener. El derecho al trabajo, a la educación, a la salud, a la
vivienda e incluso a las prestaciones básicas, han dejado de ser elementos
inherentes a la persona para convertirse en beneficios alcanzables sólo para
aquellos que logren cumplir unos requisitos cada vez menos asequibles para una
parte creciente de la población”
Según los responsables de Cáritas
Regional, “los recortes no van destinados a proteger a quienes sufren la
exclusión. Lo que se pretende con las nuevas reformas es limitar el acceso de
aquellas personas que más lo necesitan. Esta no es la solución de todos y
todas, ni es para todos y para todas”.
En total, en 2011 han sido atendidas
19.975 familias, 8.417 en la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna y 11.558 en
la Diócesis de Canarias. Sumando los miembros de éstas y quienes reciben
asistencia de forma individual, se puede decir que 56.000 personas, que viven
en Canarias, han recibido algún tipo de ayuda de Cáritas, principalmente
relacionadas con la alimentación, vivienda y formación-empleo.
No obstante, los incrementos por
Diócesis sí son dispares, ya que mientras que en la occidental el incremento de
atenciones es del 11,75%, en la oriental alcanza el 2%.
En ambos casos, el mayor porcentaje de
personas atendidas corresponde a las mujeres con un 60%. El 40% restante son
hombres.
Un amplísimo porcentaje de personas
atendidas son de nacionalidad española. En general se trata de parejas con
hijos a cargo, o mujeres solas con hijos a cargo, y en edades comprendidas
principalmente entre los 30 y los 50 años.
El valor de la escucha
El perfil de las personas que han
acudido a Cáritas se corresponde con hombres y mujeres que demandan
orientación, ayuda social urgente, con una realidad de desempleo crónica, con
pocas esperanzas en la Administración y, algo que resulta cada vez más
evidente, personas con una gran necesidad de que se les escuche, de ser oídos,
de dejar de ser tratados con indiferencia. Una tendencia que se confirma en los
primeros meses de este año.
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