Dos mil años después, muchas personas seguimos recordando su nombre y celebrando su memoria. Dos mil años después, inspira el comportamiento de sociedades y pueblos de todo el mundo y ha generado un movimiento que atraviesa culturas y países. Dos mil años después, su mensaje de liberación, generador de un conflicto terrible que le llevó a la muerte, sigue siendo una buena noticia de salvación en las nuevas circunstancias de nuestro mundo. El cristianismo no se explica sin su Señor, sin aquel profeta nazareno en el que su gente encontró la presencia de Dios. ¿Quién fue aquel hombre y qué credibilidad nos merece su mensaje? Esta es la pregunta fundamental de este primer módulo de cultura religiosa católica: El Señor del Cristianismo.Para más información pincha aquí
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