Parece increíble, pero a quienes estamos en Tenerife -sucederá lo mismo a millares de creyentes en todo el mundo- nos da la impresión de estar in situ en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y junto a su santidad Benedicto XVI. Las redes sociales -tan criticadas en muchos casos- nos dan esta posibilidad. Si te metes en Internet y asistes a cualquier sesión de la Red, podrás ser testigo de ello, testigo de la presencia del Santo Padre en la JMJ. Son más de mil chicos que ahora están en Madrid, de peregrinos de la Diócesis Nivariense, los que navegan por los foros y dejan sus impresiones. Como este joven lagunero, estudiante de Psicología, que acaba de escribir: “He visto al Papa”. O aquel otro que nos dice que “jamás había visto tanta gente junta y con tanto amor entre sí. Parece mentira, pero es tanto el buen rollo que hay entre todos nosotros que no es necesaria ni la policía para controlar esta macrocita”. O aquella madre que vio a su hijo en una fotografía en DIARIO DE AVISOS y desde Facebook le pregunta qué es lo que siente: “Mamá, es inexplicable. Hoy me levanté y no sabía qué me iba a encontrar. Lo que he encontrado es un montón de gente de Tenerife que quiere decir sí a Dios”.
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