El Cardenal y Arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha concedido una entrevista a Aitor F. Vallespir, que reproduce en su edición de este martes 'La Opinión de Tenerife', en la que aborda las relaciones de la Iglesia con el Estado y la sociedad en la que está inmersa. El cardenal cree que desde que la Iglesia existe siempre ha habido la tentación de que el Estado se aproveche de la misma y viceversa. El prelado cree que es muy difícil que se vuelvan a llenar las parroquias, aunque señala que la reciente JMJ es un signo de esperanza.Reproducimos cuatro cuestiones, la entrevista íntegra pueden verla en la contraportada del citado rotativo.
Oficiar misa durante las vacaciones es como no saber desconectar del trabajo?
–La misa no la considero un trabajo, sino una celebración de la fe. Es el acto más importante para un sacerdote.
–El 17 de septiembre hará 50 años de su ordenación sacerdotal. ¿No se ha cansado en este tiempo?
–Se han reforzado la fe y la vocación. Pueden venir dificultades, pero hay que superarlas igual que hacen los casados para continuar con su amor. Con la ayuda de Nuestro Señor, el esfuerzo y el rezo, maduran la fe y uno mismo.
–En una frase, ¿qué es la fe?
–La fe es depositar la confianza en Dios. Es creer y aceptar que tú has sido creado y salvado por Dios, que no te has hecho a ti mismo.
–Usted dijo una vez que "la sociedad laica no existe".
–El Estado es laico, pero la sociedad está formada por creyentes, no creyentes, iglesias y vocaciones religiosas. La sociedad es pluriconfesional. El Gobierno ha de valorar las religiones como un elemento positivo para el bien común.
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