"La historia nos ha mostrado cuántos jóvenes, por medio del generoso
don de sí mismos y anunciando el Evangelio, han contribuido enormemente
al Reino de Dios y al desarrollo de este mundo. Con gran entusiasmo, han
llevado la Buena Nueva del Amor de Dios, que se ha manifestado en
Cristo, con medios y posibilidades muy inferiores con respecto a los que
disponemos hoy. Pienso, por ejemplo, en el beato José de Anchieta,
joven jesuita español del siglo XVI, que partió a las misiones en Brasil
cuando tenía menos de veinte años y se convirtió en un gran apóstol del
Nuevo Mundo".
De este modo se expresa el Papa Benedicto XVI en su mensaje para la JMJ. de Río de Janeiro 2013, que lleva por título: "La Iglesia confía en los jóvenes, testigos del amor de Dios". El Santo Padre, en un bello mensaje, llama a los jóvenes católicos a ser «los primeros misioneros entre los jóvenes» aprovechando las «posibilidades inauditas» que ofrecen ahora Internet y la globalización.
«Una llamada apremiante»; «Sed discípulos de Cristo»; «Id»; «Llegad a
todos los pueblos»;«Haced discípulos»;«Firmes en la fe»; «Con toda la
Iglesia»; «Aquí estoy, Señor». Son los 8 puntos que forman el mensaje pontificio para la JMJ de Río.
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