La Medalla de Oro de la isla es la máxima distinción del Cabildo tinerfeño. La
concedida a los Salesianos reconoce, según el presidente, “los casi
setenta años de fructífera labor pedagógica y social de esta
congregación, desde su llegada en 1943 para hacerse cargo del antiguo
Asilo Victoria”,
En 1979 se establecen en el barrio de La
Candelaria, en La Cuesta, donde, según Melchior, continúan realizando un
trabajo "excepcional", adaptado a las nuevas demandas sociales y
exigencias educativas, renovando su empeño por preparar a los alumnos
para que sean "ciudadanos miembros de una sociedad plural, democrática y
tecnológicamente avanzada, en consecuencia con las nuevas profesiones y
las nuevas tecnologías". Hay otras tres presencias salesianas: el Hogar Escuela María
Auxiliadora; el Colegio San Isidro, en La Orotava, y la Fundación
Proyecto Don Bosco.
Para el presidente, "entender la vida como fiesta y la fe como felicidad", como transmite la
Congregación, "es un mensaje que cobra hoy toda su vigencia, por los
tiempos muy duros para muchos, donde estamos más necesitados que nunca
de que nos iluminen", recalcó.
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