La isla de La Palma pone hoy su mirada en la Virgen de las Nieves para celebrar su día un año más. En la mañana de hoy lunes 5 de agosto y en un templo abarrotado de fieles, tuvo lugar el acto central de las fiestas con la solemne celebración de la Eucaristía presidida por el obispo nivariense, Bernardo Álvarez Afonso y concelebrada por uno de los vicarios generales, Domingo Navarro Mederos, por el nuevo rector del Santuario, Antonio Hernández y por todo el clero del servicio en la isla.
La misa fue cantada por una coral formada para la ocasión por miembros de distintas agrupaciones corales con la finalidad de interpretar la misa que compuso el fallecido y recordado Luis Cobiella para la entrada de la Virgen de las Nieves a la parroquia de El Salvador cada cinco años, en su Bajada.
En la homilía el prelado señaló "que la grandeza y la alegría de María tienen su origen en el hecho de que Ella es una mujer que cree. Dios se fijó en María y ante esa llamada la Virgen se fió y por eso Dios pudo hacer en Ella lo que le pedía". El obispo finalizó su intervención invitando a "ser discípulos como lo fue María, y para ello es necesario ´ser humildes´ para reconocer que todo lo hemos recibido de Dios; ´ser de Cristo´, es decir, pensar, sentir y actuar como Él; y por último, ´suplicar, orar´ que es una manera de amar a los demás".
Después de la procesión y en el pórtico del recinto sagrado, el secretario del Cabildo de la isla leyó el acuerdo tomado por la Institución, por el que se concede la Medalla de Oro al Real Santuario Insular de Nuestra Señora de las Nieves reconociendo "la trascendencia espiritual, cultural y estética y su carácter integrador de los sentimientos del pueblo palmero". Fue la presidenta del Cabildo, Guadalupe González Taño, en presencia del presidente del gobierno canario, del alcalde de la ciudad, de los alcaldes de la isla y de numerosos fieles, quien hizo entrega de tal distinción al rector del Santuario.
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