domingo, 6 de noviembre de 2011

"AYER, UN DÍA DE FELICIDAD EMPAÑADO POR EL DOLOR"

"Ayer estuve en la Asamblea de Cáritas Diocesana en Las Palmas. Disfruté con las más de 400 personas allí reunidas. En su mayoría voluntariado. Más de la mitad de esas personas, dedican muchas horas a Cáritas para poder paliar las necesidades de nuestro pueblo... y quienes no estaban allí, es porque tenían misiones que cumplir en su Cáritas.

Y recordé un hecho que me ocurrió un domingo, primero del mes como hoy, participando de la Eucaristía en una iglesia. Cuando subió al ambón una voluntaria de Cáritas, oí tras de mí: “ya está ahí la pesada de Cáritas a decirnos que hoy es Día de Cáritas y que le demos perras”.

Sentí un dolor inmenso. Esa mujer estaba atendiendo en Cáritas a algo tan necesario hoy para muchas familias que acuden a nosotros, como darles de comer. Para eso pide, para eso se atreve a subir al ambón y decir que hoy, la colecta es para Cáritas. Pero no pide ni siquiera para Cáritas y mucho menos para ella, no; pide, y los agentes de Cáritas pedimos, para tantos y tantos parados que no pueden, porque no tienen, ni siquiera comer una vez al día. Para tantas y tantas familias que acuden a Cáritas para cubrir otras necesidades, no solo la de comer, como pagar el recibo de luz y agua, el alquiler, el butano o el antibiótico que le recetó el médico del Centro de Salud...

Y también ayer, en Las Palmas, viendo a tanto voluntario, me acordé de Rosario; una voluntaria de Cáritas en Tenerife, que está en manos de médicos por los nervios que coge cuando no tiene nada que dar a una familia que le pide algo para hacer un potaje.

Y también me acordé de Lourdes, otra voluntaria. Hace unos días, al no tener en Cáritas nada para que una familia que llevaba varios días sin llevarse caliente a la boca pudiera comer, sacó 50 €uros de su bolso y se los dio. Dinero de su pensión de viudedad, que había cobrado hacía unas horas.

Y ayer también me inundó la angustia y la tristeza, porque una ilustre voluntaria de Cáritas en el Litoral de Anaga, falleció. Maruca, que así se llamaba, decía que lo que hacía era “la felicidad más grande del mundo, porque cada día aprendo más y más”.

Y por último decirles, que ya estamos a... un paso de unas fechas muy entrañables… Sí, Navidad. Símbolo de alegría y también de unión. Nos congregamos alrededor de la madre y el hijo, nos alegramos del acontecimiento y compartimos la alegría y felicidad... ¿Se han dado cuenta?... Sí, oyeron “compartimos”; porque Navidad no sólo es compartir alegría y felicidad, sino incluso lo más necesario que tenemos, con quienes nada tienen. No hagamos que la Navidad sea gozo para unos y pena para otros... ¿Que qué podemos hacer? Mucho, si nos lo proponemos. Simplemente lo que he dicho: compartir. Si hemos de comernos dos polvorones, acordémonos de quien ni siquiera se podría comer uno sin nuestro “compartir”. Hagamos entre todos unas navidades participativas; pero de las que verdaderamente participen también quienes las ven venir muy negras. Es posible que los vecinos que tenemos frente a nuestra puerta tengan que acudir a Cáritas. Compartamos con ellos lo que tenemos. Pero cuando las fiestas pasen, no se acabó todo. Sigue estando necesitado de ayuda aquél con quienes hemos compartido las navidades. Hagamos del compartir nuestro propósito para todo el año. Muchas personas nos lo agradecerán. Gracias y les recuerdo que la colecta de hoy va para esa misión de Cáritas".

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