
En su discurso antes del rezo del Ángelus, el papa aseguró: “Debemos mirar a la Iglesia no en su aspecto temporal y humano, señalado por la fragilidad, sino como Cristo la quiso, es decir, como ‘comunión de santos’“.
“Hoy -continuó el papa- veneramos esta innumerable comunidad de Todos los Santos, los cuales, a través de sus diferentes recorridos de vida, nos indican los diversos caminos de santidad reunidos en un único denominador: seguir a Cristo y adaptarse a Él”.
Según el obispo de Roma, “todos los estadios de la vida, de hecho, pueden convertirse, con la acción de la gracia y con el compromiso y la perseverancia de cada uno, en vías de santificación“.
El papa también se refirió a la conmemoración de los fieles difuntos, a los que se dedica la jornada de mañana, “que nos ayuda a recordar a nuestros queridos que nos han dejado” y subrayó que la Iglesia ha cultivado “con gran piedad la memoria de los difuntos” y ha ofrecido por sus almas.
“Nuestra oración por los muertos es, por tanto, no sólo útil sino necesaria, por cuanto no solo les puede ayudar sino que es a la vez eficaz para su intercesión en nuestro favor”, añadió.
Tras el rezo de El Ángelus, Benedicto XVI saludó a los presentes en varios idiomas. Escucha a continuación sus palabras en español.
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