"Vivir en Kenia, es un gran privilegio; así lo estoy viviendo. Es muy poco el tiempo que llevo, pero doy continuas gracias al Señor y a mi Congregación por confiar en mí para este proyecto tan ilusionante.
Vivimos a unos 45 Km. de Nairobi, en la Diócesis de Machako (en unas casitas pertenecientes a la misma). Nuestro barrio se llama Kenia-Israel, en pleno campo, no tenemos carretera, nos relacionamos por los caminos, con vacas, cabras, gallinas…etc.….me llama muchísimo la atención la claridad y el silencio, una claridad que llega a ser luminosidad y un silencio que llena nuestras vidas de una gran paz.
Aquí todo lo que se haga es necesario. Las personas carecen de todo. Nuestra gestante Comunidad ha empezado a trabajar con un grupito de 55 niños. Cuando salen del colegio,(los que tienen el privilegio de poder ir, los que no pagan no van) juegan, se le da algún apoyo y lo que se puede de merienda. La mayoría no han comido en todo el día, aun así son felices con lo poquito que le podemos dar. La felicidad es la característica principal de estas personas, nosotras hemos viajado con algunos juguetillos; sus ojitos brillaban de asombro cuando cogían las muñecas, cochitos, globos….etc. No los conocían, pero la felicidad que tienen estos niños, es difícil encontrarla en el primer mundo.
Viene también un grupo de mujeres, muchas de ellas muy jóvenes y madres solteras, con ellas tenemos talleres de alfabetismo, costura….etc.
Tenemos en proyecto (entre otros) la construcción de un pozo (cuando tengamos medios) ya que no hay agua corriente. A nosotras nos traen un tanque (tanto las mujeres como los niños cuando llegan, inmediatamente se van a beber). Para los de alrededor su agua es la del río. Si conseguimos el pozo se pondría a disposición de los vecinos.
Por ahora solo me queda pediros vuestras oraciones por esta pequeñita Misión Filipense en Kenia que también es parte de esa Diócesis. Un saludo, M. Celina.
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