"En esta semana de octubre que termina, en muchos lugares de nuestro país y del resto del mundo, se han llevado a cabo actividades y movilizaciones para exigir el cumplimiento de los compromisos de nuestros gobernantes para acabar de una vez con la pobreza. Un signo que suele ser común en todas estas acciones es el de la "banda blanca".
Con motivo de esta Semana Contra la Pobreza he tenido la oportunidad de compartir con alumnos de un instituto de sur de Tenerife una mañana de charlas sobre esta realidad tan escandalosa. La experiencia ha sido positiva y si tuviera que elegir alguna de las aportaciones que hicieron los alumnos ante las cuestiones planteadas, me quedaría con la de un chaval de quince años llamado Daniel.
Ante la pregunta de ¿quiénes son los responsables de la situación de hambre y pobreza que sufren millones de personas en el planeta? Los comentarios apuntaban por lo general solo en una dirección: los políticos, los banqueros, las multinacionales. Me sorprendió gratamente la fuerza y seguridad de la respuesta de Daniel, él lo tenía muy claro: todos somos responsables de esta situación.
Nosotros, los que ya no somos tan jóvenes, tendríamos que tenerlo tan claro como este chico, pero a veces me da la impresión de que también intentamos echar balones fuera en este tema. Es más fácil responsabilizar a otros y obviar la parte de la tarea que nos toca.
Corremos el riesgo de, como dice el Papa Francisco en la carta que envió al director de la FAO en estos días, “acostumbrarnos lentamente al sufrimiento de los otros como si fuera algo normal”. Un triste signo: la “globalización de la indiferencia” (Jesús Alberto González Concepción para la sección del Espejo "bloc de notas").
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