lunes, 21 de noviembre de 2011

EL ESCENARIO JUVENIL EN EL QUE NOS MOVEMOS.

La segunda ponencia de la XXVI Semana de Teología que ha comenzado la tarde de este lunes fue desarrollada por Roberto Calvo, Catedrático de Teología de la Facultad de Teología de Burgos. El ponente quiso responder a la pregunta: ¿En qué escenario juvenil nos movemos?

Calvo compartió con los participantes que los cristianos somos “tontos”, porque no sabemos comunicar aquello que mejor ‘tenemos’: Dios Padre que tiene rostro y nombre, y que quiere que seamos felices. A esta experiencia fundante de Jesucristo pueden seguirle los métodos, los planes…pero, dijo el ponente “si viviéramos desde la alegría de la pascua, todo sería mejor”.

A la pregunta de su disertación ¿Ante que escenario nos situamos? Respondió con tres largas consideraciones sobre:

1.- Los jóvenes españoles y la religión. El mapa juvenil en España está dividido en tres regiones: El 10% de los jóvenes dice que cumple regularmente con la asistencia a la iglesia. El 40% que se consideran católicos aunque ocasionalmente o nunca asisten. Y el 50% que se declaran indiferentes, agnósticos o ateos

2.- Los jóvenes creyentes pero no practicantes: los que no se planean cuestiones de sentido de la vida.

3.- La metamorfosis de lo religioso que apunta a una ‘religión pagana’. Muchos jóvenes piensan que la religión vivida en España está desfasada – defendió- pero aparecen otras formas religiosas. Dicen que no creen en la religión católica, pero tiene que buscar “sustitutivos religiosos”. En esta metamorfosis la más preocupante es la religión pagana, manifestada en el ámbito de los jóvenes. El ‘paganismo’ aparece contra lo cristiano; se puede ser post-moderno y cristiano, pero no pagano y cristiano.

Calvo continuó exponiendo algunos necesarios replanteamientos pastorales puesto que la Iglesia en sus prácticas pastorales, a veces, ha expresado una forma de vivir la fe que no es el núcleo de la fe cristiana, como es el caso de un sacramentalismo rutinario, olvidando el misterio. Hay una gran carencia, dijo Calvo, de experiencia personal de fe (cristianos por nacimiento), olvidado la dimensión del gozo, (para lo cual recordó la afirmación de Nietzsche no puede creer en un Dios que no sepa bailar, un cristiano que no tiene cara de redimido…la alegría) la religiosidad acrítica….

Ante este panorama el conferenciante se preguntó ¿Qué hacer? La pastoral con jóvenes o entre jóvenes tiene que tomar claramente una opción de misión, con el contenido explícito de esta dimensión evangelizadora, en la que no todo vale. Una Pastoral en la que no hay que quemar etapas, sino respetar ritmos, proponer itinerarios, acompañar, etc.

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