En la tarde de este lunes se ha iniciado una nueva Semana de Teología, en la sede lagunera del ISTIC dedicada a los jóvenes y teología. “Nuevos lenguajes en la pastoral de jóvenes”. Tras la presentación del director del ISTIC, Juan Pedro Rivero, tomaba la palabra el primer ponente y coordinador de esta semana, Alejandro Abrante. Su conferencia basada en la afirmación del libro de los Hechos de los Apóstoles: “Se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía”, fue una explicación del lema de esta Semana.
En este sentido, Abrante habló de urgencia pastoral para referirse al acompañamiento e iniciación cristiana de los más jóvenes. Igualmente defendió la necesaria relación entre teología y praxis, entre reflexión y acción, de ahí el lema de la semana. En otro momento, también expuso lo que significaban los nuevos lenguajes en los que habitan los jóvenes, explicitando algunos de ellos. El ponente apostó por el término pastoral de jóvenes frente a otras opciones, ya que para el mismo expresa mejor el hecho de que a la pastoral con estas personas no se va de visita, sino para quedarse, para acompañar a los jóvenes, de cara a que ellos mismos sean los evangelizadores de otros jóvenes.
En la recta final de su disertación, Alejandro Abrante recordó la centralidad del Espíritu en la evangelización y en el corazón del evangelizador, además de insistir en la necesidad de planificar debidamente la pastoral de jóvenes. Por último, explicitó un decálogo a modo de características de la acción pastoral con los jóvenes, a saber: acompañamiento personal, humildad pastoral, no confundir los jóvenes con los adolescentes, protagonismo del joven, complicidad pastoral, utopía de lo pequeño, trabajo en red, encuentro personal con Cristo, acogida incondicional del joven, y el imprescindible testimonio.
En este sentido, Abrante habló de urgencia pastoral para referirse al acompañamiento e iniciación cristiana de los más jóvenes. Igualmente defendió la necesaria relación entre teología y praxis, entre reflexión y acción, de ahí el lema de la semana. En otro momento, también expuso lo que significaban los nuevos lenguajes en los que habitan los jóvenes, explicitando algunos de ellos. El ponente apostó por el término pastoral de jóvenes frente a otras opciones, ya que para el mismo expresa mejor el hecho de que a la pastoral con estas personas no se va de visita, sino para quedarse, para acompañar a los jóvenes, de cara a que ellos mismos sean los evangelizadores de otros jóvenes.
En la recta final de su disertación, Alejandro Abrante recordó la centralidad del Espíritu en la evangelización y en el corazón del evangelizador, además de insistir en la necesidad de planificar debidamente la pastoral de jóvenes. Por último, explicitó un decálogo a modo de características de la acción pastoral con los jóvenes, a saber: acompañamiento personal, humildad pastoral, no confundir los jóvenes con los adolescentes, protagonismo del joven, complicidad pastoral, utopía de lo pequeño, trabajo en red, encuentro personal con Cristo, acogida incondicional del joven, y el imprescindible testimonio.
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