La Eucaristía de acción de gracias la presidió el párroco José Bernardo Juan (ive) y cantó el Coro de las Vegas. A continuación, tuvo lugar un concierto de violonchelo, violín y viola a cargo de tres jóvenes profesoras de música y que proceden del barrio.
Esta ermita de campanario "crecible" pues un centenario pino alberga su campana, es uno de los templos más antiguos de la zona dedicado en un principio a San Juan y luego a la Virgen de la Esperanza, devoción de los padres agustinos que poseían una finca en Las Vegas hasta la desamortización de Mendizábal.
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