miércoles, 18 de enero de 2012

REFLEXIONES BIBLÍCAS Y ORACIONES PARA EL DÍA 1º DEL OCTAVARIO

Tema: Transformados por Cristo Servidor.
Texto:
El Hijo del hombre ha venido para servir (cf. Mc 10, 45).

Lecturas: Za 9, 9-10 Un rey justo, victorioso y humilde; Sal 131 Mi corazón no es arrogante; Rom 12, 3-8 Tenemos dones diferentes para servir; Mc 10, 42-45 El Hijo del hombre ha venido para servir.

Comentario: La venida del Mesías y su victoria se logran en el servicio. Jesús quiere un espíritu de servicio que llene los corazones de sus discípulos. Nos enseña que la verdadera grandeza consiste en servir a Dios y al prójimo. Cristo nos da el coraje de descubrir que para Él servir es reinar, comodecía un cristiano de los primeros siglos.

La profecía de Zacarías sobre un rey victorioso y humilde se cumplió en Jesucristo. Él, el Rey de la paz, viene a los suyos, a Jerusalén, la ciudad de la paz. No la conquista con engaño o violencia, sino por la dulzura y la humildad.

El salmo 131 describe de manera breve pero elocuente el estado de paz espiritual que nace de la humildad. La imagen de la madre y el hijo significa la ternura y la confianza a la que es llamada toda la comunidad de los creyentes.

El apóstol Pablo nos invita a evaluarnos con modestia y humildad y a descubrir nuestras propias capacidades. Si hay entre nosotros diversidad de dones, nosotros formamos un solo cuerpo en Cristo. En nuestras divisiones, cada una de nuestras tradiciones ha sido agraciada por el Señor con dones distintos, que estamos llamados a ponerlos al servicio de los demás.

Así también el Hijo de hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en pago de la libertad de todos (Mc 10, 45). Haciéndose Él mismo servidor, Cristo redimió nuestro rechazo de servir a Dios. Nos ha dado un ejemplo para que sean restauradas todas las relaciones humanas. Si alguno quiere ser grande, que se ponga al servicio de los demás: estas son las nuevas normas de grandeza y prioridad.

En la carta a los Romanos, Pablo nos recuerda que los diferentes dones concedidos están destinados al servicio: profecía, ministerio, enseñanza, exhortación, caridad, gobierno y misericordia. Sea cual sea nuestra diversidad, formamos un solo cuerpo en Cristo y somos miembros unos de otros. El uso de nuestra diversidad de dones al servicio común de la humanidad hace visible nuestra unidad en Cristo. La acción común de los cristianos en favor de la humanidad, para luchar contra la pobreza y la ignorancia, para defender a los oprimidos, favorecer la paz y defender la vida, para desarrollar las ciencias, la cultura y el arte, son una expresión de este ecumenismo práctico que la Iglesia y el mundo tanto necesitan. Imitar a Cristo servidor proporciona un testimonio elocuente del Evangelio, que no solo mueve las mentes, sino también los corazones. Este servicio común es un signo de la venida del Reino de Dios, el Reino de Cristo servidor.

Oración
Dios todopoderoso y eterno, por el camino del servicio tu Hijo nos conduce de la arrogancia de la desobediencia a la humildad del corazón. Dígnate unirnos unos a otros por tu Espíritu Santo, para que a través del servicio a nuestros hermanos y hermanas se pueda revelar tu verdadero rostro. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Preguntas para la reflexión
1. ¿Cuáles son las ocasiones de servicio más amenazadas por el orgullo y la arrogancia? 2. ¿Qué hacer para que todos los ministerios cristianos se perciban como un servicio? 3. En nuestra sociedad, ¿qué pueden hacer los cristianos de diferentes tradiciones, mejor juntos que separados, para revelar a Cristo servidor?

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