sábado, 3 de julio de 2010

HOY "NACIERON" DOS NUEVOS SACERDOTES.

En la mañana de este sábado, el Obispo ordenaba, en el templo de la Concepción, sede catedralicia provisional, dos nuevos presbíteros:Federico Armas Díaz y Fray Gregorio Ramos Domínguez.

Junto al Prelado, concelebraron el obispo emérito, Felipe Fernández y el provincial de los dominicos de la Bética, Miguel de Burgos, además de un buen número de sacerdotes.

En su homilía, Bernardo Álvarez se detuvo especialmente, a la luz de la Palabra de Dios que se había proclamado, en la figura del Buen Pastor, tomando también como referencia la homilía del Papa en la reciente clausura del Año Sacerdotal.

Es bello y consolador saber que hay una persona que me quiere y cuida de mí- indicó. Pero, como nos recordó el Papa, es mucho más decisivo que exista ese Dios que me conoce, me quiere y se preocupa por mí. «Yo conozco mis ovejas y ellas me conocen» . Dios me conoce, se preocupa de mí.
Dios quiere -volvió a citar el Obispo a Benedicto XVI - que nosotros como sacerdotes, en un pequeño punto de la historia, compartamos sus preocupaciones por los hombres y mujeres. Como sacerdotes, queremos ser personas que, en comunión con su amor por las personas, cuidemos de ellas, les hagamos experimentar en lo concreto esta atención de Dios. Y, por lo que se refiere al ámbito que se le confía, el sacerdote, junto con el Señor, debería poder decir: «Yo conozco mis ovejas y ellas me conocen».

«Conocer», en el sentido de la Sagrada Escritura, nunca es solamente un saber exterior, igual que se conoce el número telefónico de una persona. «Conocer» significa estar interiormente cerca del otro. Quererle. Nosotros deberíamos tratar de «conocer» a los seres humanos de parte de Dios y con vistas a Dios; deberíamos tratar de caminar con ellos en la vía de la amistad con Dios.

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