El obispo consagró este sábado el templo de la Florida en un acto al que asistieron los miembros de la comunidad, así como numerosas autoridades entre las que estaban el presidente del Gobierno de Canarias y el alcalde de La Orotava.
Han pasado en total 20 años del inicio de las gestiones oportunas para la construcción de un nuevo complejo cívico-religioso en el barrio de La Florida, y en concreto 16 años de la colocación de la primera piedra del mismo. Así, en las últimas fechas, este espacio ha ido estrenando el velatorio, el salón de usos múltiples, la casa parroquial, la plaza y ahora se concluye con la suma de la iglesia. Durante tanto tiempo han sido fundamentalmente los vecinos de este núcleo urbano los que han luchado por el proyecto, creando incluso una comisión Pro-Nueva Iglesia que durante estas décadas ha realizado múltiples acciones para sacar fondos para el mismo, y sumarlos a las colaboraciones del Ayuntamiento y el Obispado que en todo momento han respaldado la iniciativa de la comunidad.
En la tarde de este sábado 5 de octubre tuvo lugar este hecho con dos momentos complementarios; uno cívico y otro religioso. En primer lugar se procedió a la entrega de llaves por parte de la institución local al Obispado. El alcalde de La Orotava, Isaac Valencia, tras hacer un recorrido por la significativa historia del barrio y contar diversas anécdotas relacionadas con este proyecto, entregó las llaves al Obispo Bernardo Álvarez, quien expresó también a los presentes su satisfacción por sumar una nueva iglesia y agradeció la implicación ejemplar de los vecinos y el apoyo institucional.
El presidente del Ejecutivo Regional, Paulino Rivero, cerró el acto felicitando a los vecinos del barrio de La Florida y de La Orotava en general, y también destacó cómo trabajando conjuntamente se pueden lograr grandes cosas.
Tras las palabras y entrega de llaves, se abrieron las puertas de la iglesia, donde se celebró la solemne misa y consagración del templo, presidida por obispo Bernardo Álvarez y concelebrada por diversos párrocos de la zona.
El centro religioso tiene una superficie de 1.200 metros cuadrados, aproximadamente, y una capacidad para 800 feligreses. El exterior cuenta con ocho torres aunque inicialmente se preveían doce. Entre otras cosas en su interior cuenta con el altar de piedra de Arucas y un gran coro. El templo ofrece una imagen sobria y diáfana.
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