Los rostros de los presentes mostraban el cansancio pero, a su vez, también, la fuerza de lo vivido estas jornadas junto a cientos de miles de jóvenes católicos de los cinco continentes.
El Obispo, Bernardo Álvarez, les dio las gracias por el esfuerzo y les recordó algunas de las afirmaciones del Papa: “Hemos de ser todos, cada uno, discípulos y misioneros”, aceptar la invitación de Jesús a ser sus amigos y apóstoles para proponer con la Iglesia a los demás, a otros, nuestra fe. Comprometernos – les dijo- en la transformación de n
uestras vidas, en la “construcción de un mundo más fraterno y justo”. El prelado nivariense, también les puso como ejemplo de gratuidad el testimonio de los miles de voluntarios de la JMJ.
Los casi mil peregrinos de las canarias occidentales retornarán escalonadamente durante este lunes a las distintas islas, aunque todos pasarán por Tenerife.
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