lunes, 22 de agosto de 2011

LA JMJ LLEVÓ A MEDIO CENTENAR DE CANARIOS A OCAÑA

El grupo, que pertenece al Camino Neocatecumenal de Tenerife, llegó al municipio de Toledo el pasado martes 16 y permanecerán en Ocaña hasta mañana martes 23 de agosto.

Unos trescientos jóvenes que pertenecen al Camino Neocatecumenal en las Diócesis de Tenerife y Gran Canaria han disfrutado de las 26 Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) que se han celebrado estos días en Madrid, donde se reunieron unos dos millones de personas con el Papa Benedicto XVI.
El grupo de peregrinos tinerfeños del Camino Neocatecumenal, con Carlos Benedicto al frente, llegó a Ocaña el martes día 16. Desde entonces, y gracias a las familias de la parroquia, fueron acogidos en hogares de miembros del Camino, itinerario de fe que nació al amparo del Concilio Vaticano II en 1968. "Qué menos podemos darle a Jesucristo que acoger al hermano, aunque sea desconocido. Con todo lo que Él ha hecho por nosotros", explicaron algunas de las familias de acogida.


Además de evangelizar en Ocaña, también visitaron Noblejas, y visitaron Ávila. Los trescientos jóvenes del Camino Neocatecumenal llegados de Tenerife, La Palma y Gran Canaria visitaron Ávila antes de reunirse con el Papa y evangelizaron en la plaza El Chico, donde tuvo lugar una fiesta multicultural al reunirse con italianos, estadounidenses y mexicanos. Tras el almuerzo, visitaron la iglesia de Santa Teresa de Jesús, donde estuvo 25 años, igual que ocurrió más tarde con San Juan de la Cruz, que permaneció allí otros 5 años. El catequista del grupo invitó a las jóvenes y a las "Teresas" a entrar en la celda donde se hospedó Santa Teresa de Jesús.

Los jóvenes del Camino Neocatecumenal de las parroquias de la Diócesis de Tenerife, y a los que se sumaron tres chicos de Panamá, agradecen la actitud de servicio mostrada por las familias de Ocaña, tanto de las comunidades neocatecumenales como del pueblo en general, por el calor con el que han sido recibidos, sitiéndose durante estos días como en su propia casa, aunque estén a casi 2.000 kilómetros de distancia.

Carlos Benedicto, responsable de la expedición de Tenerife del Camino Neocatecumenal, afirmó ayer que esta evangelización en Ocaña ""ha superado todas nuestras expectativas sobre cómo imaginamos la acogida... Las familias de Ocaña nos han dejado sus camas. Muchos hermanos se han ido a casas sin luz ni agua caliente para que nosotros estemos acogidos en sus hogares. Nos dijeron que nos han acogido así porque ha sido un mínimo de agradecimiento con el Señor por todo lo que les ha dado. Nos han comprado cosas. No nos han dejado pagar nada. Nos han tratado como a reyes, como gente que viene a anunciar el evangelio y nos hemos quedado con la boca abierta". Para el grupo, "es una experiencia fuerte de Dios saber que personas han dado su casa, su vida, se han puesto al servicio de desconocidos, algo que hemos conocido en el seno de la Iglesia católica gracias al Camino Neocatecumenal". "Sabemos que es para gloria de Dios y gracias a que fructifica en nuestra vida, la de todos la que escucha la predicación, la Palabra de Dios. Creen que es una forma de devolver una mínima parte de lo que hemos recibido todos de Dios".

"Recorrimos el pueblo de Ocaña, conocimos su teatro, su playa mayor... Ahí estuvimos cantando y algunos hermanos de Tenerife estuvimos contando nuestras experiencias. Nos llevaron al pueblo de Noblejas, a cinco minutos de Ocaña, y nos invitaron a comer en una finca. Hasta nos cedieron la sillas para nuestra comodidad mientras ellos permanecieron en pie durante el almuerzo. Nos han pagado hasta la piscina, y no porque les sobre el dinero, sino que lo han dado por amor a Cristo", afirma con la alegría de haber recibido muchas gracias del Señor.

Esta expedición canaria que pasó por Ocaña se despidió ayer el pueblo toledano, para poner rumbo al encuentro vocacional con el equipo itinerante internacional en Cibeles.

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