domingo, 4 de noviembre de 2012

JORNADA DEL SÁBADO EN EL CNPJ CONTADA POR SAVIA NUEVA (III)

Como en estos días, hoy también nos esperaba puntual la cita, a las ocho de la mañana en la catedral. Después de un rato intenso de oración contigo, te alabamos en comunidad con los laudes. ¡Qué certeras palabras que nos dirigiste de labios de Monseñor Ignacio Munilla!: "antes de entregarte, ámate, porque así lo que das será un regalo".

Una vez en la charla, Monseñor Munilla, siguió hablando y tú nos hablabas en sus palabras, nos avisó del narcisismo, del pansexualismo y de la desconfianza, como las tres grandes heridas de nuestra sociedad, especialmente en los jóvenes. Concluyendo con una sentencia clara y profunda: "el corazón no es de quien lo rompe, sino de quien lo repara, por eso el corazón de los jóvenes es de Cristo".



Los momentos fuertes en el seguimiento de Cristo por la Madre Prado y el acompañamiento personal de Gonzalo Pérez, delegado de pastoral juvenil de la Diócesis de Getafe, ambos hicieron resonar la ponencia en nuestros corazones. Como colofón a la mañana, celebramos la Eucaristía donde nuevamente nos hablaste, Señor, poniéndonos a María, tu madre, como ejemplo de transmisora de la luz de Cristo e invitándola a acogerla como madre.

A las tres y media de la tarde comenzamos a acoger a la gente que iba llegando a la Parroquia de San Martín y San Antonio Abad, donde compartimos nuestro testimonio como jóvenes seguidores de Cristo, y ante representantes de numerosas diócesis españolas, presentamos el "proyecto" Savia Nueva. Gracias, Señor por habernos hecho el regalo inmenso de mostrar nuestro estilo de vida, las maravillas que Tú has hecho en nosotros y en los jóvenes a quienes acompañamos. Tuvimos también la posibilidad de asistir a la presentación del proyecto "Juventud Idente", una dinámica donde se propone a los jóvenes una serie de temas de debates, relacionados con la doctrina social de la Iglesia para tratar de educarlos hacia una nueva evangelización. Finalizó la tarde con la oración de vísperas en la misma parroquia.

Después de la cena, nos dividimos en dos itinerarios, por un lado, los mayores de treinta años, fuimos a una vigilia presidida por Monseñor Xavier Novell, quien nos saludó personal y calurosamente compartiendo un distendido diálogo. Por otro lado, los menores de treinta asistieron a otra vigilia, ésta en la parroquia de Santa Catalina con una temática distinta: evangelización en la calle. Les dejamos el testimonio de Samuel que asistió a la experiencia "Totus Tuus" como "veterano".

"Tras mucho pensar y darle vueltas a la idea de si salir o no salir, me dí cuenta que cumplía con una de las notas que había expuesto la coordinadora de la experiencia a la que asistí. Tener miedo, miedo a no ser escuchado, al rechazo, pero me dí cuenta de que las cosas del Señor las hace el Señor, y nosotros sólo somos un medio para llevarlas a cabo. Arrodillándome en el pasillo central del Santuario, recibimos la bendición y la ceremonia de envío a proclamar el amor y la alegría de Cristo a cualquier persona que nos encontráramos en la calle. La experiencia asustaba  hasta que tuvimos el primer contacto, donde nos dimos cuenta de que Él estaba con nosotros. Pasamos horas callejeando por el núcleo urbano de Valencia, hablando y mostrando a los demás a Cristo vivo. Mientras nosotros evangelizábamos, otros jóvenes se sintieron llamados a quedarse en oración siendo una pequeña luz de encuentro para la gente que decidía acudir a la Parroquia para escuchar a Dios. Toda la experiencia la podría resumir en una frase que compartieron conmigo: "... aunque no vaya a asistir a la Iglesia hoy, me alegra saber que has encontrado la felicidad y espero algún día poder hablar de algo que me haga tan feliz, como te hace Cristo a ti".

Terminamos recibiendo la bendición y con la esperanza de que el Espíritu Santo germine las pequeñas semillas que los jóvenes han sembrado hoy. Gracias Padre, por permitirnos aprender los unos de los otros. Gracias Jesús, por llenar los corazones de los jóvenes de tal forma que nos convirtiéramos en tus testigos. Gracias Espíritu Santo, por sostenernos y acompañarnos en esta tarea sublime de evangelizar a los jóvenes.

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