Se llama Héctor y pertenece a una de las casi trescientas parroquias que hay en nuestra Diócesis. Él es uno de los 800 jóvenes que participarán en la JMJ en los próximos días. Partirá para Madrid en la mañana del próximo martes 16 de Agosto. Es uno, entre muchos, que a partir de hoy abrirá su diario "J.M.J." para compartirlo con todos los visitantes de este blog. Un rostro jóven y anónimo que será botón de muestra de las muchas vivencias de los que como él, experimentarán en seis jornadas intensas en Madrid. Héctor escribe hoy la primera página de su diario "J.M.J.", que seguramente, y a la larga, será un diario de gratitud.
¡Es increíble como pasan las horas!. El reloj y el calendario han corrido de tal manera que no sabía cuál de ellos avanzaba más rápido. Con las maletas preparadas, armado con cámara de fotos y una ilusión enorme puesta en estos 7 días que se me vienen encima, se hace difícil esperar a que llegue el momento de embarcar hacia una de las mayores aventuras de mi vida.
Queda lejos ya el momento en el que me enteré que la capital de mi país acogería unas Jornadas Mundiales de la Juventud. Poco a poco fuimos confeccionando todo para poder hacer realidad un proyecto que desbordaba ganas e ilusión. Pero primero hubo conseguir el dinero para poder pagarlo todo. ¿O acaso pensaba que el viajecito caería del cielo por sí solo? No, hubo que pelearlo hasta el final, pero que magnífica sensación cuando se consiguió el último euro; fue un momento en el que de verdad pensaba que el viaje estaba mucho más cerca.
Con las catequesis preparatorias y los proyectos colectivos para “hacer piña” y con el envío del señor Obispo en La Concepción, las ganas de echarse la mochila al hombro y salir lo antes posible hacia Madrid se incrementaban de manera asombrosa.
Y ya casi ha llegado el momento. A pocas horas de tomar el avión que me conducirá a la mayor experiencia de Fe de mi juventud solo me queda contemplar lo que Dios ha dispuesto para todos nosotros. Con ilusión y con nervios, espero que las vivencias que experimentaremos en estas Jornadas Mundiales de la Juventud nos refuercen en nuestra Fe. Es curioso, creo que nunca un lema representó mejor los deseos que millones de jóvenes de todo el mundo han puesto en este evento: arraigarnos en Cristo. Edificar en esa base sólida que es Jesús el gran rascacielos de nuestra vida cristiana, y la JMJ juega en él un papel esencial.
¡Falta tan poco!. Después de meses en los que el reloj no dejaba de correr, ahora parece que, más que avanzar, retrocede. Pero ya no queda nada. Aquí comienza el diario de una experiencia, el diario de un evento mundial. Aquí comienzan las Jornadas Mundiales de la Juventud Madrid 2011.
¡Es increíble como pasan las horas!. El reloj y el calendario han corrido de tal manera que no sabía cuál de ellos avanzaba más rápido. Con las maletas preparadas, armado con cámara de fotos y una ilusión enorme puesta en estos 7 días que se me vienen encima, se hace difícil esperar a que llegue el momento de embarcar hacia una de las mayores aventuras de mi vida.
Queda lejos ya el momento en el que me enteré que la capital de mi país acogería unas Jornadas Mundiales de la Juventud. Poco a poco fuimos confeccionando todo para poder hacer realidad un proyecto que desbordaba ganas e ilusión. Pero primero hubo conseguir el dinero para poder pagarlo todo. ¿O acaso pensaba que el viajecito caería del cielo por sí solo? No, hubo que pelearlo hasta el final, pero que magnífica sensación cuando se consiguió el último euro; fue un momento en el que de verdad pensaba que el viaje estaba mucho más cerca.
Con las catequesis preparatorias y los proyectos colectivos para “hacer piña” y con el envío del señor Obispo en La Concepción, las ganas de echarse la mochila al hombro y salir lo antes posible hacia Madrid se incrementaban de manera asombrosa.
Y ya casi ha llegado el momento. A pocas horas de tomar el avión que me conducirá a la mayor experiencia de Fe de mi juventud solo me queda contemplar lo que Dios ha dispuesto para todos nosotros. Con ilusión y con nervios, espero que las vivencias que experimentaremos en estas Jornadas Mundiales de la Juventud nos refuercen en nuestra Fe. Es curioso, creo que nunca un lema representó mejor los deseos que millones de jóvenes de todo el mundo han puesto en este evento: arraigarnos en Cristo. Edificar en esa base sólida que es Jesús el gran rascacielos de nuestra vida cristiana, y la JMJ juega en él un papel esencial.
¡Falta tan poco!. Después de meses en los que el reloj no dejaba de correr, ahora parece que, más que avanzar, retrocede. Pero ya no queda nada. Aquí comienza el diario de una experiencia, el diario de un evento mundial. Aquí comienzan las Jornadas Mundiales de la Juventud Madrid 2011.
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